El Síndrome de Cronos

El Síndrome de Cronos

Ana María Reynoso Añorga

Psicoterapeuta

HOLA AMIGAS Y AMIGOS:

Es un placer estar con ustedes cada semana a través de esta columna “Frente al Espejo”

El tema de hoy es: “El Síndrome de Cronos

En la mitología griega Cronos (Saturno en la mitología romana) era el más joven de la generación de Titanes, descendientes divinos de Gea (Tierra) y Urano (Cielo).

Cuenta la mitología que Crono, embriagado por sus sed de poder, derrocó a su padre y gobernó durante la edad dorada. Urano, su padre, antes de morir, ya herido, lo maldijo y deseó que corriera la misma suerte de manos de sus hijos, por lo que Cronos, para que no reprodujeran con él, lo que él había hecho con su padre, decidió devorarlos al nacer, si bien gracias a la picardía de la diosa Era, uno de sus hijos, Zeus, logró salvarse de tan desalmado destino, pero dando cumplimiento años más tarde a la maldición.

En un contexto moderno el “Síndrome de Cronos” es una enfermedad gerencial caracterizada por la acción deliberada del supervisor de estancar a su personal por temor a ser desplazado o sustituido, evitando el crecimiento de los subordinados en el área en donde él ejerce su poder o lo posee.

En el mundo organizacional, el Síndrome de Cronos se entiende el miedo enfermizo y patológico a ser desplazado, y de él se deriva una exagerada necesidad de mantenerse seguro en el puesto que ocupa, y la evitación a toda costa de que nadie intente derrocarle de dicho puesto.

Resultado de estos miedos patológicos, el líder que lo padece evita expresar sus emociones, exhibir sus carencias, hablar de sus temores, y por otro lado, ostenta cualquier manifestación de poder, básicamente ante sus subordinados, para disuadirlos de lo que él piensa, será una tentativa de atentar contra su estabilidad en su puesto. 

Habitualmente es fácilmente identificable por su miedo a delegar. Controlar todo es su pasión, y delegar, constituye para ellos, una posibilidad de perder el puesto que ocupa. Por lo tanto de su estrategia directiva basada en el control, se derivan unas relaciones basadas en la sumisión y el acatamiento. 

Siempre intentan acaparar responsabilidades, faenas, quehaceres, y asumen como obligaciones gran cantidad de funciones, que tienen como único objetivo demostrar lo imprescindibles que son en el seno de la organización para la que trabajan. 

Prefieren caer rendidos de agotamiento, que delegar, ya que esto supone una amenaza a su puesto. También los identificaremos por ser incapaces de enseñar lo que ellos saben, además tienden a pensar que ellos lo saben todo.

Como los gatos, animales territoriales, que tanto machos como hembras organizan y defienden su territorio marcándolo con orina, feromonas o arañazos, marcas que constituyen señales de comunicación que otros gatos entienden, así el líder afectado por el Síndrome de Cronos marca su territorio, e intenta impedir que cualquier subordinado pretenda atentar contra su estabilidad en su puesto.

Al ser un estilo de liderazgo basado en el miedo, y atentar contra el dominio y conocimiento personal del líder, desposeyéndolo de todo control sobre sí mismo, afecta al estilo de mando y a la calidad gerencial, impidiendo un correcto talante directivo, orientado a ofrecer bienestar y desarrollo de todos los integrantes de la organización 

Los síntomas más habituales del síndrome de Cronos son: 

-La resistencia a delegar o a confiar en otros.

-La negativa reiterada de un ascenso a alguien que lo merece claramente.

-Un exceso de agresividad o exigencia con determinadas personas.

-Hostilidad inmediata hacia cualquier posible rival. 

-Oponerse a los cambios y desdeñar las novedades.

Para prevenir el síndrome de Cronos, lo mejor es procurar que la competitividad dentro de la organización se mantenga dentro de unos límites razonables.  Este síndrome podemos verlo también dentro de la política mundial.

“La gente manipuladora se aprovecha de las personas dependientes de la aprobación de los demás y las utiliza”

Anónimo



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