La teoría del cerebro triuno
Ana María Reynoso Añorga
Psicoterapeuta
HOLA AMIGAS Y AMIGOS:
Es un placer estar con ustedes cada semana a través de esta columna “Frente al Espejo”
El tema de hoy es: “La teoría del cerebro triuno”
En 1990 el médico neurocientífico norteamericano Paul MacLean, planteó una estructura cerebral dividida en tres sistemas,
Definió cada estructura, y creo la conocida teoría del cerebro triuno.
La teoría de los tres cerebros plantea una manera de reagrupar nuestro cerebro. Estas tres secciones son conocidas como; el cerebro reptiliano, el cerebro límbico o emocional, y el cerebro racional.
Estas secciones están interconectadas entre ellas, pero a su vez funcionan de manera independiente.
El cerebro reptiliano:
También conocido como el cerebro instintivo o cerebro básico, este es el cerebro más primitivo de los tres, según la teoría de MacLean.
El cerebro reptiliano es considerado como la estructura ancestral que regula nuestras funciones vitales y las conductas más instintivas relacionadas con la supervivencia del ser humano, como son comer, beber, dormir y los impulsos sexuales. En definitiva, según la psicología, la función del cerebro reptiliano es actuar rápido y de manera instintiva para asegurar nuestra supervivencia.
Encontramos el cerebro reptiliano en la zona baja del encéfalo, el tronco cerebral y el prosencéfalo. El cerebro reptiliano según la psicología es aquella zona en la que se controlan los niveles de energía de nuestro cuerpo y se busca el equilibro, también conocido como homeostasis.
El cerebro emocional o límbico:
Según la teoría del cerebro triuno, esta zona apareció con los primeros mamíferos y se fue desarrollando por encima de lo que se ha definido anteriormente como cerebro reptiliano. El cerebro límbico está considerado el centro de las emociones, es decir, nuestro sistema nervioso emocional.
Esta zona tiene una función adaptativa, produce respuestas emocionales y genera un aprendizaje muy importante a partir de las experiencias. Nuestros sistemas de memoria, motivación, activación y atención suelen funcionar de una manera mucho más productiva cuando se ven influenciados por las emociones.
Esta segunda estructura está constituida a su vez por seis elementos, estos son: el tálamo, la amígdala, el hipotálamo, los bulbos olfatorios, la región septal y el hipocampo.
El sistema límbico, al igual que el cerebro emocional es la zona encargada de regular las emociones y modular la forma en el que las expresamos.
El cerebro racional o neocórtex:
Según la teoría de los tres cerebros, en la neocorteza o cerebro racional, esta sección se encarga del procesamiento cognitivo y de la toma de decisiones razonadas y lógicas.
Al cerebro racional se le da el nombre de materia gris, sin embargo, el neocórtex está formado por diversas estructuras encefálicas, entre ellas el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho de la corteza cerebral.
El cerebro racional es una estructura única en nuestra especie. Según MacLean, el ser humano es el único ser que tiene completamente desarrollado el neocórtex.
Las capacidades intelectuales y lógicas, así como la toma de decisiones racionales, son algunas de las habilidades que nos proporciona esta zona cerebral.
El cerebro racional también nos ayuda en los procesos de autoconciencia, reflexión y organización.
El neocórtex es la zona más superficial del encéfalo, conforma el 90% de la corteza cerebral, y se extiende en forma de pliegues y circunvalaciones.
El cerebro es una máquina maravillosa y perfecta que si aprendemos a controlarlo podemos lograr el autocontrol, pero para eso es importante conocer su funcionamiento.
“El ser humano debería saber que del cerebro vienen las alegrías, el placer, la risa, el ocio, las penas, el dolor, el abatimiento y las lamentaciones”
Hipócrates
