Advierten voluntarios rescatistas mexicanos en EU sobre abandono de migrantes

Una organización de mexicanos que rescata en la frontera de California y Arizona a migrantes abandonados en el desierto advirtió sobre peligros que corren las personas que confían en los coyotes.
Los hermanos Alex y César Ortigoza, inmigrantes poblanos del grupo Armadillos Búsqueda y Rescate, informaron que en las últimas semanas han recibido numerosas peticiones de familiares de personas extraviadas luego de cruzar la frontera con “coyotes”.
“Por lo general nada de lo que dicen los coyotes es cierto; no van a ser dos días de caminar por el desierto, ni se van a detener a descansar; con el paso de los días, algunas personas se agotan, se les acaban los alimentos, el agua, y entonces los coyotes los abandonan”, dijo a Alex Ortigoza.
Explicó que los coyotes son indiferentes si algunos migrantes se quedan en el camino, pues “ellos ya cobraron una parte por adelantado digamos a 35 personas, si cinco se quedan en el desierto, ellos ya garantizaron sus ganancias”.
Hace unos días, el grupo de voluntarios salió en busca de un hombre mexicano indocumentado que fue abandonado en el desierto de la frontera de California. Un hijo estadunidense de ese hombre pidió a Armadillos ayuda para localizar a su padre, pero la persona extraviada desconocía dónde estaba.
Los coyotes daban al joven datos imprecisos. El grupo de rescate salió en busca a Campo, una zona semidesértica con terreno rocoso, pero el coyote finalmente indicó que el migrante estaría en Ocotillo, unos 90 kilómetros al este de donde buscaban.
“Encontramos al señor pero ya fue tarde, había fallecido como una hora antes de que lo halláramos. Ya nada más llamamos al forense”, dijo Alex Ortigoza.
El grupo rastrea en la frontera con conocimiento de la patrulla fronteriza y de oficinas del alguacil, de las que dependen los médicos forenses y peritos.
Ortigoza dijo que ese caso ejemplifica el trabajo del grupo y el modo en que operan los coyotes. “Esta vez habían usado una mentira común después de abandonar al señor, que para huir de la patrulla todos habían corrido y se separaron y al reagruparse faltaba esa persona. La verdad es que lo abandonaron”.
El dirigente de Armadillos pidió a quienes piensan en cruzar la frontera que reconsideren. En el verano a lo largo de los desiertos en la frontera el calor alcanza más de 42 grados y es un calor seco que provoca “golpe de calor”, que lleva a perder la orientación y el conocimiento.
Como cruzar la frontera se ha vuelto más difícil, los coyotes también cobran tarifas más caras, e incluso hay grupo delictivos que fingen ser traficantes de personas para despojar a las personas de su dinero.
La organización sin fines de lucro Ángeles de la Frontera recién donó a Armadillos un vehículo con capacidad para todo el equipo, que es de 15 personas.