Mercado bajista dispara interés en activos alternativos

Los activos alternativos se están posicionando como una opción atractiva. Entre ellos se encuentran las inversiones en oro o litio, fondos colectivos o hasta el capital de riesgo a sectores o empresas disruptivas. La lista es enorme.

Los niveles de inflación en Estados Unidos se encuentran por encima de 9%. Son los más altos en 30 años y están teniendo consecuencias considerables sobre las lógicas y dinámicas del país y de América Latina, en la que países como México muestran una tasa anual de 7.99%. Para controlar los niveles de precio, a finales de julio, la Fed norteamericana aumentó nuevamente sus tasas de interés en 0.75 puntos porcentuales para llevarlas a 2.25-2.50%, pero la decisión trajo consigo preocupaciones de los mercados por una posible recesión.

En medio de un mercado bajista, las empresas deben buscar todas las formas posibles para blindarse en el mediano y largo plazo. Con contracciones en la demanda, encarecimiento o ralentización de las cadenas de suministros, las proyecciones de crecimiento de una empresa cambian, pero eso no implica necesariamente que haya pérdidas significativas durante una crisis. 

“Por el contrario, significa que es el momento ideal para diversificar estrategias y por ello, en momentos así, se dispara un interés en activos alternativos para mitigar pérdidas con miras a impulsar el crecimiento y desarrollo de una empresa tanto en el mediano como en el largo plazo”, explica Guillermo Cruz, Managing Partner de Maquia Capital, proyecto que impulsa la bursatilidad de las empresas mexicanas para que coticen en la bolsa de Estados Unidos.

A pesar de que las recesiones no son escenarios óptimos para el funcionamiento de una economía, lo cierto es que tampoco son tan poco frecuentes. De acuerdo al National Bureau of Economic Research, desde la Segunda Guerra Mundial hasta la fecha, Estados Unidos se ha encontrado en recesión 14% del tiempo. Es decir, se trata de un panorama relativamente recurrente y para el que se puede planear con miras a minimizar el riesgo y encontrar una oportunidad de crecimiento en medio de la crisis.

Reducción de pérdidas

En momentos de complejidad económica, empresas e inversionistas pueden expandir sus portafolios para incluir lo que se conoce como activos alternativos para reducir, en la medida de lo posible, pérdidas derivadas por bajas en flujos de efectivo o incrementos de precios en las cadenas de suministros. Los activos alternativos son aquellos que van más allá de simples bonos, inversiones o acciones.

Por su naturaleza misma, la lista de activos alternativos es enorme. Pero principalmente se cuentan fondos de inversión, apostar por el capital de riesgo a sectores o empresas disruptivas (pero con pronósticos de crecimiento en un futuro), bienes inmuebles que permitan transferir el dinero a una propiedad que pueda producir rentas o convertirse después en un activo, o incluso, la compra de materia prima, desde oro hasta litio. 

La idea detrás de este tipo de activos es que ofrezcan a una empresa o inversionista la posibilidad de reducir pérdidas en la medida que su capital se encuentre alta y ampliamente diversificado; más aún, durante momentos de crisis llenos de incertidumbre.

Cambio en el panorama

Durante un mercado bajista es fácil entrar en desesperación y tomar decisiones impulsivas que contravengan los objetivos y proyecciones de una empresa o un inversionista. La situación actual es compleja, pero no está ni siquiera cerca de asemejarse a momentos más complicados de las últimas décadas, como en 2008 y marzo de 2020. 

“Lo mejor que se puede hacer es blindarse frente a meses difíciles, pero sin perder de vista lo que viene después. Actualmente, las proyecciones de mercados apuntan a que a finales de 2023 se verán los primeros indicios de una recuperación global. De cara a eso, se debe planear estratégicamente, buscando opciones como las que implican los activos alternativos”, concluye Jerónimo Peralta, Managing Partner de Maquia Capital.