Vaticano aclara que dentro de la religión católica la homosexualidad es "un pecado"
Tijuana, B.C., Marzo 15.- A partir de la cuestión acerca de que si "¿La iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?" Es que El Vaticano, aclaró que dentro de la religión católica la homosexualidad es "un pecado" y los sacerdotes no pueden bendecir esas uniones.
Dicha información salió a la luz en un texto divulgado este lunes por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La respuesta de la institución fue tajante y clara: "Se responde negativamente" y el texto fue aprobado por el papa Francisco, cuya posición sobre la homosexualidad resulta menos tajante. Sin embargo, hace cinco meses aproximadamente, el papa Francisco aseguró en una entrevista que "las personas homosexuales tienen derecho a estar dentro a una familia" y que deberían tener derecho a estar cubiertos legalmente, lo ha causado gran controversia.
Una frase que provocó ira en los sectores más conservadores, entre ellos varios obispos y cardenales y a su vez elogios por parte de las asociaciones de defensa de los homosexuales, que consideraron una apertura histórica.
El Vaticano precisó luego que Francisco no había cuestionado el dogma del matrimonio entre un hombre y una mujer y que se refería a las leyes adoptadas por los Estados.
El documento por la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue firmado por el cardenal Luis Ladaria, prefecto de la congregación, conocida en el pasado como el Santo Oficio de la Inquisición, se advierte que "en algunos ambientes eclesiales se están difundiendo proyectos y propuestas de bendiciones para uniones de personas del mismo sexo".
"No es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo", precisa el texto.
El documento recuerda que para la Iglesia, "Dios nunca deja de bendecir a sus hijos", pero "no bendice ni puede bendecir el pecado"
