La guerra de papel
Hay una estrategia para no tener que cumplir las cosas, y es que si no quieres que se haga el trabajo, no pongas a alguien que lo haga.
Ésta estrategia tiene ya cerca de siete años en Baja California si de combate a la corrupción hablamos, y es que en papel, en teoría tenemos dos figuras principales para investigar, prevenir, perseguir y en su caso sentenciar delitos de corrupción: el Fiscal Especializado en Combate a la Corrupción y el Magistrado titular de la Sala Especializada en Responsabilidades Administrativas y Combate a la Corrupción. Los llamaremos Fiscal y Magistrado Anticorrupción para no complicarnos tanto.
Desde el 2017 se creó la Ley para que estas dos figuras existieran, y en inicio se elegirían a través de una convocatoria abierta, es decir, que cualquier ciudadano con las facultades que la ley marca pudiera participar, se sometiera a distintas evaluaciones y de ahí esperaríamos los diputados y un grupo de ciudadanos eligieran al mejor evaluado. Los diputados de ese entonces prefirieron utilizar la estrategia de si no pongo a alguien no habrá quien haga el trabajo y “patearon el bote”. Acto seguido entra el ahora ex Gobernador Jaime Bonilla y dice que siempre no, que no le gusta aquello de la convocatoria abierta y que prefiere mejor ser él quien elija a quién pueda castigar los delitos de corrupción del estado. Así que mandó una iniciativa a los diputados de la pasada legislatura y que aprobaron casi de manera inmediata estableciendo que se iban a elegir las figuras de combate a la corrupción por una terna mandada por él, es decir, él haría una lista de personas que cumplieran con los requisitos y de esa lista se tenían que elegir.
Ésto, como ya podrán haber sacado sus conclusiones, es ilógico y absurdo ¿Qué certeza y confianza nos va a dar a las personas que las principales figuras de combate a la corrupción le deban el puesto al Gobernador o Gobernadora del Estado?
Por eso, el pasado lunes 27 de febrero presentamos con la Diputada Daylin García y el joven Francisco Martínez de la asociación Tierra Colectiva una iniciativa para regresar a que las figuras de Fiscal y Magistrado Anticorrupción sean elegidas a través de la convocatoria abierta, que se le realicen las evaluaciones para demostrar sus capacidades y que sean elegidos por un Comité de diputados de diferentes partidos.
No hay combate a la corrupción sin la participación de las personas, y las personas merecemos certeza, merecemos tener una fiscalía que nos de la confianza de poder denunciar, merecemos desarrollarnos en un ambiente libre de corrupción, merecemos tener un fiscal y un magistrado de las personas.
Hoy en día el combate a la corrupción es una guerra de papel, porque la ley está, no completamente terminada, pero aunque sea sí las condiciones mínimas, y ni eso quieren cumplir. Si no estamos atentos e insistiendo porque este tipo de puestos sean ocupados, nos vamos con la finta de que todo es lo mismo y que nada cambia. Utilizan el discurso de lucha contra la corrupción como medio para llegar al poder, pero no utilizan el poder para luchar contra la corrupción, y eso, y un fraude, no deja de ser exactamente lo mismo.
