Yazpik presentó “Polvo”, en Tijuana

José María Yazpik habló de esta cinta inspirada en la Baja California, mediante una charla en el Cine Tonalá.
Yazpik presentó “Polvo”, en Tijuana

Tijuana.- José María Yazpik regresó a Baja California para presentar su cinta “Polvo”, inspirada en la tierra natal de su familia: San Ignacio. Durante una charla con el público y medios de comunicación, al término de la proyección de la película en el Cine Tonalá, hablo del reto de trabajar como director, de lo personal que fue este proyecto y de los cuestionamientos que le despertó.

“Esta película es una carta de amor a la Baja, se me hacía muy importante terminar este viaje, es el primer lugar de la república al que vengo a platicar de la película, comienzo a presentarlo en Tijuana, esta película tenía que tener su parada en Tijuana, yo me siento hijo de esta ciudad, la próxima es en San Ignacio, lo presentaremos ahí en la plaza”, dijo José María Yazpik.

Ambientada en 1982, “Polvo” cuenta la historia de El Chato, un hombre que salió de San Ignacio con la idea de ser en una estrella de cine. Sin embargo, 10 años después de su partida, regresa a este pueblo como miembro de un cartel que tiene la encomienda de recuperar un cargamento de cocaína que ha caído ahí por accidente, la cual le llevará a vivir una aventura hilarante entre comedia, suspenso y drama.

En “Polvo”, debuta como director de cine, al hablar del reto que supuso, expresó: “El reto fue llevar toda la producción a San Ignacio, está en el ombligo de la Baja hubo problemas de logística, de llevar a todo el elenco allá, si se descompone una cámara en San Ignacio se para todo tres o cinco días, fue difícil la logística, y el que todos los actores estaban trabajando en distintas partes del mundo, armar ese tetris fue el reto”.

Hace 10 años José María Yazpik hizo un viaje con su hermano, Carlos, y su padre José María Meza, al pueblo de San Ignacio, en Baja California. De ahí, surgió la idea de realizar una película donde este lugar y la pequeña población que lo habita fueran los protagonistas.

 “San Ignacio es la tierra de mi papá, mi hermano y yo queríamos contar una historia que tuviera que ver con el pueblo de dónde es mi padre y dónde pasamos mucho tiempo de niños y que es un lugar muy especial para la familia. Conforme fuimos desarrollando la anécdota y el guion, se fue convirtió en algo muy personal, y partir de eso, decidimos que la tenía que dirigir, pues es algo muy nuestro, esta película es una historia de nostalgia”, compartió.

Filmar “Polvo” no solo significó volver al pueblo donde Yazpik pasó gran parte de su infancia. Fue también un movimiento emocional para el actor, pues decidió filmar este proyecto en locaciones de su familia, entre ellas, la casa de sus abuelos.

“Fue un trancazo tremendo, de nostalgia y de cuestionamientos personales fuertes, para mi hermano y para mí. Fue algo muy bonito, emocionante, sincero, de brazos abiertos y recibiendo todo lo que nos iba dando la experiencia. No fue un proyecto forzado, por eso nos tratamos mucho en hacerlo”, recordó Yazpik.

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“Queríamos regalarle eso a nuestros hijos, hablar del pueblo, su gente, las raíces, no por debérselo al pueblo en sí, sino como una deuda con nosotros mismos”, agregó José María, quien en esta cinta, contextualizada en la frontera no pudo deslindarse del tema del narcotráfico.

“Es nuestro contexto, es lo que vivimos es lo que somos, dentro de muchas otras cosas, esos temas hay que tocarlos siempre, lo que es importante es la perspectiva, desde dónde lo cuentas, a mí lo que me interesaba, es el México que ya no es, el elemento del narco me ayuda a hablar de este paraíso perdido, lo que fuimos y ya no somos… Es el tiempo de cine que me gusta, que te permite armar una conversación al terminar la película, que salgan con una conversación abierta el final es el que espectador quiera”, admitió.

Al comentar el redescubrimiento que supuso “Polvo”, como creador y como ser humano dijo: “No hay respuestas, son preguntas que te llevan a otras preguntas y esas son las crisis, esta película la escribí en mi crisis de los 50, no tengo una respuesta, pero tengo más preguntas que me van a alivianar hasta mis crisis de los 60, pero para eso funciona, para regresar y ver de dónde vienes, plantarte, decir acá estoy, allá voy”, concluyó.

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