COVID-19 Y CÁNCER:

Vaya contingencia la que estamos viviendo TODOS, sí, en este mundo
globalizado COVID-19 es cosa de TODOS, mucha información, muchos artículos
útiles y también mucha “rumorología” y desinformación, empezaremos por el
principio y por aquello que tiene un respaldo confiable y práctico para sobrevivir a
esta pandemia.
Se le llama Endemia a aquel proceso que afecta en una zona mantenida en el
tiempo, por ejemplo, la infección por Helicobacter pylori en la región del Sureste de
México (asociado con el Cáncer de Estómago). Hablamos de una Epidemia
cuando se afecta a un mayor número de personas en una población en un tiempo
determinado (un brote de sarampión como el reciente en nuestro país, por
ejemplo), y nos referimos a una Pandemia cuando existe una propagación mundial
de una nueva enfermedad por un virus nuevo o uno existente que ha mutado y
que por ende, implica carencia de inmunidad para él, esto, sin duda, es lo que
estamos viviendo ahora.
Desde el 31 de diciembre del 2019 la provincia de Wuhan en China fue el sitio
geográfico de la detonación del Coronavirus, presumiblemente, de origen
zoonótico, es decir, transmitido de los animales al hombre (del murciélago al
pangolín y de éste al hombre). En general los virus de los animales no suelen
infectar al hombre y en la COVID-19 tampoco hay evidencia alguna de que
nuestras mascotas puedan ser receptores o transmisores del SARS-CoV-2:
“Severe Acute Respiratory Syndrome”, asociado a coronavirus tipo 2”,
denominación correcta de este virus, la enfermedad se denomina COVID-19 y
proviene de Coronavirus Disease (“enfermedad” en inglés) que “trae de cabeza” al
mundo entero.
El SARS-CoV-2 pertenece a la familia Coronaviridae y al género “beta” de donde
salió el SARS-CoV-1 en el 2003 y ahora el SARS-CoV-2. Nuestro problema actual,
es un virus de RNA de una sola cadena que pesa 22 nanogramos, lo que le impide
desplazarse en el aire más allá de 1.5 a 2 metros de distancia, sin embargo,
cuando estamos expuestos a un estornudo o a la tos de una persona contagiada,
guardar “Susana Distancia” es definitivamente recomendable. Ahora, esta no es la
forma más sencilla de transmisión, no son estas gotas de “flush”, el contagio es
más fácil a través de lo que tocamos, de ahí que las múltiples publicaciones
existentes sobre la técnica de lavado de manos eficiente y el uso de guantes
protectores deben ser prioritarios, el virus no traspasa la piel, pero es capaz de
introducirse por la mucosa de la boca, nariz u ojos, de ahí la recomendación de no
tocarnos con las manos estas cavidades.
Por otro lado, el SARS-CoV-2 es capaz de sobrevivir en superficies metálicas y de
otros materiales por varias horas o días inclusive, lo que lo hace más fácilmente
transmisible, de hecho es muy contagioso y puede también resguardarse en la
ropa que utilizamos, por fortuna esa fácil transmisibilidad contrasta con
mecanismos relativamente sencillos para erradicarlo, el principal de ellos es
simplemente el uso frecuente y adecuado del agua y jabón las veces que sean
necesarias, la limpieza de las superficies, chapas, pasamanos, llaves, carteras,
monedas, billetes, teclados de computadoras, teléfonos móviles, etc., etc., con
detergentes, geles con 70% de alcohol o desinfectantes con cloro, finalmente la
conciencia y el confinamiento en casa por al menos 14 días reducirán
drásticamente las posibilidades de enfermarnos.
Adicionalmente el virus también contrasta con su fácil transmisión, con un índice
bajo de fallecimientos asociados (3% en promedio), tiene un periodo de latencia
de 2-14 días, tiene estancia en la garganta y posteriormente progresará a una
Neumonía Viral Atípica; si el paciente es mayor de 60 años o padece Diabetes,
Hipertensión, Cáncer o alguna otra situación debilitante, incluso en la hoy llamada
“cuarta edad” (mayores de 80 años), la mortalidad aumentará incluso hasta en un
7-10% y es justamente esta población vulnerable la que debe preocuparnos
primordialmente y que es el motivo principal de esta publicación.
El Dr. Steve Pergman en el Hutchinson Cáncer Research Center o publicaciones
muy recientes en Lancet Oncology por Roxanne Nelson, nos muestran con
claridad que en particular, pacientes con neoplasias hematológicas: Leucemias,
Linfomas, Mielomas y pacientes bajo regímenes de Quimioterapia o trasplante de
células madre, son sin duda más vulnerables y presentarán una mortalidad mayor,
sin embargo, ¿cuáles serían las medidas más adecuadas en estos pacientes?: A)
manejo adecuado del estrés, B) dormir y comer saludable y suficiente, C)
activación física moderada. Todo ello, obvio, sumado a lo ya comentado: lavado
de manos, protección con guantes, además del uso de la mascarilla o cubrebocas
y la sana distancia.
En el ánimo de informar sin “subestimar” ni tampoco espantar”, la pandemia por
SARS-CoV-2, nos da unos datos que me parece son importantes en caso de tener
la exposición directa con una persona infectada: En condiciones habituales, las
personas sin cáncer tendríamos solo el 20% de posibilidades de enfermar aun
estando en contacto directo, o sea 80% de las veces nuestro sistema
inmunológico vencerá al virus y solo en el 3% de las veces vamos a morir al
adquirir COVID-19, pero con los pacientes debilitados o cursando con tratamientos
hematoncológicos es diferente, por supuesto tendrán un mayor riesgo, situación
suficiente para mantenerlos en aislamiento protector, extremar la higiene, la
alimentación, las horas de sueño, la canalización óptima del estrés y todo lo
necesario.
En el mundo actual habitamos alrededor de 7,530 millones de personas, es
importante recordar, esta no es la primera vez que los humanos enfrentamos una
pandemia, en el siglo XIV en los años 1346-1347, la “peste bubónica” o “peste
negra” producida por una bacteria y que tuvo un período de contagiosidad de 39
días (de ahí el término cuarentena); produjo la muerte en el 31% de los afectados
en un período de 1 año, esto significó 25 millones de muertes en Europa. La
propia Gripe española en 1918, terminó con la vida de 1 de cada 20 infectados.
COVID-19 no tendrá jamás esa tasa de letalidad a pesar de su alta contagiosidad
y aun en pacientes con Cáncer o con algún otro tipo de situación vulnerable, ya se
está utilizando una vacuna y probando algunos medicamentos de manera un tanto
experimental, pero que parecen ser, al menos parcialmente útiles y seguramente
someterán a esta enfermedad en un tiempo relativamente corto. Por ahora, es
importante entender que si bien no creo que necesitemos estar en cuarentena, sí
necesitaremos estar al menos en catorcena, pues el lapso de transmisión elevada
del SARS-CoV-2 dura hasta 14 días, después de estos días se acaba la
contagiosidad y si el paciente ya sanó seguramente generó inmunidad por sus
propios anticuerpos.
La cifra de personas infectadas en el mundo hasta la tercera semana de marzo
supera ya los 265,000 casos y en México hemos llegado casi a los 500 casos
confirmados, con tan solo 5 muertes. Seguramente las cifras de enfermos y las
muertes seguirán creciendo en las próximas semanas, pero en mucho, de
nosotros dependerá el curso de esta pandemia, si seguimos las recomendaciones
y somos prudentes, seguramente la posibilidad de infectarnos será muy baja y
estaremos a salvo.
Una recomendación especial es para los familiares y cuidadores de nuestros
pacientes de la 3ª y 4ª edad, para nuestros pacientes “debilitados”, para los
enfermos de Cáncer, ellos tienen mucho más riesgo, hay que extremar
precauciones, hay que exagerar con la limpieza y el aislamiento protector, hay que
hacer todo lo posible para que no se contagien y desarrollen la Neumonía Atípica
COVID-19, que a ellos sí pudiera matar. Hay que fortalecerlos emocionalmente,
apoyarlos para que no sufran ansiedad, estrés y preocupación, pues además de
su proceso ya de por sí complicado al estar enfermos de cáncer, el pensar que
pueden agravarse por el COVID-19 puede deteriorar aún más su estado de ánimo.
Protejamos no solo su salud física, también su salud mental y espiritual.
Trabajemos en equipo, sigamos indicaciones ante la emergencia y seamos
corresponsables en el cuidado de nuestra salud y ante cualquier duda
consultemos a los expertos y busquemos fuentes serias de información.
Atte. Dr. Homero Fuentes de la Peña.
PRO ONCAVI A.C.
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