Hay que gritarles

Hay que gritarles

POLICROMO

ROGELIO AROS GUZMÁN

Con un nudo en la garganta, vi y escuché un video cargado de dramatismo en el que una joven hace referencia al hartazgo que padece por las penurias que sufre a diario en la ciudad de México  y que son las mismas que afectan y laceran a todos los mexicanos  en nuestro país.

El video que se intitula “al sordo hay que gritarle”, que se encuentra en la red en youtube.com describe de manera amplia la situación que impera en nuestro país, de una manera tan dramática que se “enchina” la piel, se anuda la garganta y hasta las lágrimas asoman.

El video dice textualmente: Hola, buenas tardes mi nombre es Perla, y bueno yo quisiera decir que…ahh… la verdad es que no se por donde empezar. Yo creo que algo no está bien… la verdad es… que yo ya estoy harta. Harta de que haya basura por todas partes, baches en todas las calles;, tanta contaminación, de que no haya agua en mi casa y todo se vea tan gris, de vivir al día, de no trabajar en lo que me gusta, de que los sueldos tan bajos y las cosas cada vez más caras, de ver… cómo en lugar de invertir en policías de cuarta y fuerzas armadas, los gobernantes no mejor invierten en mejores escuelas caray, buenos maestros, para formar profesionistas, investigadores, científicos. De que cada vez que me subo al metro me manoseen, del servicio tan nefasto de los microbuses; del machismo, de la violencia, del racismo, la discriminación, la inseguridad, la ignorancia, las crisis económicas, las crisis políticas, las epidemias. 

Estoy cansada del mal gobierno…, de su ceguera, de su falta de compromiso; de la mala calidad de la educación, la vivienda, la salud, de la miseria que se vive en el campo, de las condiciones en las que subsisten los indígenas, del abuso constante de las autoridades, de la iglesia pederasta y la policía corrupta; de los fraudes electorales, y que la impunidad en mi país sea una norma.  Estoy harta de la burocracia, de la derecha, de la izquierda, del narcotráfico, de los muertos, de los militares, de que los medios me digan que pensar, que comer, que vivir, que sentir. Estoy cansada de vivir en un país que nomás no agarra la onda hijo de la fregada, estoy harta de tener que cerrar los ojos agachar la cabeza y callarme la boca”

En realidad, lo manifestado por la joven en el video es una radiografía de lo que está sucediendo en México y que a pesar del cambio de partido en el poder, las condiciones que reinan a lo largo y ancho de nuestro país, hacen pensar que estamos acercándonos cada día más a algo que menciona el maestro Cuauhtémoc Sánchez: una nación y un estado fallidos, porque las instituciones se están derrumbando y las condiciones económicas, sociales y de seguridad ciudadana siguen empeorando. 

Las diferencias sociales y económicas se están acentuando, la clase media está desapareciendo, los pobres se están haciendo miserables y no parece ser que haya una buena disposición o acciones evidentes que nos lleven a mejorar las cosas en beneficio de todas y todos, y, por el contrario, las medidas cada día son más asistencialistas, insensibles y perversas y el pueblo ya no puede más. En serio, ya no puede más, aunque a manera de mártir se engañe.

Habrá quien diga que lo que la joven manifiesta y lo que un suscrito escribe, es negativismo o la vista del vaso medio vacío, o bien, los gobernantes seguirán afirmando que vamos por el camino correcto como gobierno y sociedad, pero al hacer un repaso a nuestra historia pasada y reciente, a dos siglos de nuestra Independencia y a uno de nuestra Revolución, podemos afirmar que no es negativismo sino realismo puro y que las esperanzas del pueblo cada día se diluyen más entre promesas de campaña y malos gobiernos, a pesar de los cambios. 

Que la condición humana, independientemente de la nobleza de los principios de doctrina de los partidos, tiende a empeorar las cosas ya que los gobernantes y sus empresarios compinches y cortesanos, (porque los acompañan como cómplices de sus corruptelas y los adulan como si fueran príncipes o antiguos emperadores), se alían lo que les permite obtener enormes ganancias y amplios beneficios del poder, de la corrupción, de la impunidad, del tráfico de influencias y del mal gobierno.

Esta es la última llamada. Esta es una de las últimas oportunidades para cambiar de manera verdadera y beneficiar a todos, de lo contrario estaremos corriendo un grave riesgo de una estallido social o un golpe de estado.

Y no es que estemos exagerando, pues la realidad apunta a que las condiciones no mejorarán porque los malos políticos y los malos administradores valga la redundancia, no mejorarán tampoco, porque no quieren mejorar y porque verdaderamente les importa un comino lo que le pase al pueblo, ya que de manera anti solidaria solo están buscando, reiteramos, su beneficio, el de sus grupos y el de sus familias. Urge.  (15 de septiembre del 2010) Cualquier semejanza con la realidad, será: ¿Pura coincidencia?). Muchas gracias.



NOTAS RELACIONADAS

Por: Fernando A. Mora Guillén / Febrero 16, 2024
Por: Ismael Cala / Febrero 13, 2024