¿Información (comunicación) o propaganda?

¿Información (comunicación) o propaganda?

POLICROMO

ROGELIO AROS GUZMÁN

“Debajo de la demencia y el ruido, una maquinaria de propaganda bien aceitada está en operación, preparando la nueva realidad política que nacerá por la mañana. Como millones estoy anestesiada… Y entonces recuerdo, como inició todo: con la llegada de un populista. ECE TELMEKURÁN.

El populismo en México no es nuevo. Tampoco lo es en Latinoamérica ni en el mundo. Ejemplos hay muchísimos. Lo que sí es una constante es que absolutamente todos los ejemplos han terminado en un desastre en todos aquellos países donde se ha sucumbido a un poderoso discurso populista que contiene soluciones mágicas, odio, confrontación, rencor y mentiras.

El populismo se ejerce a través de una receta bien elaborada que apela a las emociones y no al raciocinio. Según la teoría del cerebro triuno o trino, los humanos poseemos un complejo cerebral que consta, de una manera genérica, de tres partes, o tres sub cerebros. El Reptil o “reptiliano”, que se encuentra en la parte baja de la cabeza y donde residen los instintos vitales, sexuales, etc. El mamífero o mono, que se encuentra en la parte media, que es en el que se asientan las emociones humanas. Y, el humano, Neo-cortex o corteza cerebral nueva, que es, en suma, la que nos distingue de los demás animales mamíferos y reptiles, lugar donde se encuentra el raciocinio. 

Pues bien, los populistas son especialmente certeros en apuntar al cerebro de las emociones. Allí es donde descargan todas sus estrategias de manipulación mediante diversos sentimientos humanos que causan severos daños y manipulaciones en las personas. El odio, el rencor, el clasismo, el racismo, y conceptos como la lucha de clases, los malos vs los buenos, los corruptos y los honestos, los conservadores y los liberales, el pueblo bueno y sabio y los fifís, etc. En sus engaños al pueblo siempre están restregando las heridas que han sufrido, por qué no decirlo, en manos de malos gobernantes del pasado, cuyos abusos son detestables, mismos que fueron la causa de que los populistas hayan accedido al poder. Sin embargo, los engaños, la corrupción, la manipulación, los abusos y otra serie de elementos deleznables no cesan cuando los populistas se encumbran en el gobierno, no. Son iguales o peores que los anteriores gobiernos abusivos y corruptos, solo que mediante campañas de engaño, propaganda y adoctrinamiento de manera hipócrita y mustia, logran meterse profundamente en el cerebro emocional, mamífero y mono, a tal grado que los pobres manipulados les creen sus mentiras a pesar de que evidentemente lo son, y a pesar también de que los resultados que obtienen en el gobierno son verdaderamente desastrosas por su incapacidad, su falta de experiencia, su falta de valores como la honestidad y la honradez,  su ausencia de preparación, sus ideas trasnochadas y acedas, su desprecio por la ciencias, su mesianismo, su concepción del pensamiento único, su estúpida idea del “destruccionismo” de lo creado aunque funcione, y sus tropelías, tarde o temprano terminan por causar graves deteriores en la vida de los pueblos y en las instituciones de los países donde desafortunadamente llegan a gobernar, no sin antes, dejar a una sociedad tremenda, cruel y facciosamente dividida. La división, la mentira, la simulación y la manipulación son sus fuentes de poder

Uno de los elementos fundamentales de la manipulación a través de la propaganda  disfrazada, es la implementación de programas de comunicación dónde el líder mesiánico constantemente realiza labores de adoctrinamiento con el fin de seguir con la manipulación de la información y la utilización de propaganda que sirve para seguir teniendo hipnotizados a sus seguidores mediante la mentira, el engaño, la manipulación de la verdad y la utilización de la información sesgada disfrazada de transparencia y rendición de cuentas, mediante un montaje en el cual o no hay un ejercicio de interacción entre el informante y el informado, o con la farsa de una supuesta participación de periodistas “dizque libres”, que son esbirros de los populistas, ya que cuando verdaderos periodistas acuden a dichas farsas, se nota como cuestionan al presidente quien se enoja como buen autoritario, y siempre trata de descalificar a su interlocutor con mentiras evidentes y negaciones de la realidad, incluso matemática, de cifras oficiales dadas a conocer por su mismo gobierno. Yo tengo otros datos afirma, negando la realidad objetiva, con charlatanerías que su pléyade de “bots” cibernéticos y humanos le creen con el cerebro mono.   

Para precisar lo anterior, Luis Antonio Espino, en su obra “El poder del discurso populista”, afirma que el presidente mexicano sustituye la información y la comunicación por propaganda, y refiere que los especialistas en comunicación Victoria O, Donell y Garth Jowett, definen a la propaganda como: “El intento deliberado y sistemático para moldear percepciones, manipular el entendimiento, y dirigir la conducta para alcanzar una respuesta que promueve la intención deseada del propagandista”. 

La diferencia entre comunicación y propaganda estriba en que: la comunicación crea mensajes a partir de información basada en hechos o en realidades objetivas que pueden verificarse por terceros; la propaganda, por el contrario, usa menajes total o parcialmente falsos que no pueden ser verificados (AMLO lleva cerca de 56,000 de este tipo de mentiras y aseveraciones no verificables en dos años y medio). La propaganda busca desmotivar a las personas (y vaya que lo logra el presidente) para evitar buscar información por su cuenta a fin de contrastar esos mensajes con la realidad objetiva o con mensajes de otras fuentes, por eso descalifica a todos los informadores y a todos los medios de comunicación que informan sobre la realidad. La comunicación busca reducir la incertidumbre y generar un entendimiento compartido de una situación, un problema o un asunto público. La propaganda no explica para tratar de que haya entendimiento, sino que solo impone sus mensajes para crear realidades diferentes favorables a quien la emite. Lo hace mediante la “híper simplificación” de los asuntos o problemas y la repetición permanente para saturar a la audiencia y lograr una desinformación. La comunicación utiliza la información para persuadir al receptor con elementos racionales, tomando en cuenta que la persona tiene la capacidad de discernir para sostener o cambiar o no su percepción. La propaganda no intenta persuadir, sino que su objetivo es confundir para manipular sistemática y deliberadamente a los ciudadanos.  En consecuencia, las mañaneras, estimada y estimado lector, ¿son comunicación de información o propaganda? Usted juzgue. Muchas gracias. 



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