Niños migrantes requieren apoyo en albergue
Actualmente hay 47 menores de edad en el viejo edificio ubicado en la colonia Pueblo Nuevo.

Por: Rosela ROSILLO / EL MEXICANO | 04/09/2019
MEXICALI.- Niños migrantes provenientes de diversas partes de México y centroamérica permanecen las 24 horas del día al interior del albergue de la Asociación Civil Cobina, mientras sus padres se ganan la vida en Mexicali.
Actualmente hay 47 menores de edad en el viejo edificio ubicado en la colonia Pueblo Nuevo, administrado por Altagracia Tamayo, quien intenta mantenerlos ocupados con actividades escolares, en las que fungen como maestras las adolescentes migrantes provenientes de la más reciente caravana de centroamericanos.
“Tratamos de que empleen su tiempo en algo productivo, que aprendan, les enseñamos los números, a leer...pero se necesita mucho apoyo, porque son niños y también necesitan estar alimentados y no nos alcanza ya para mantenerlos”, expresó la activista.
Solicitó a la ciudadanía solidarizarse con los menores y realizar donativos de leche, huevos, bolonia, atún, pan, frijol, así como libros de texto de primaria o lectura apropiada para los niños.
Expuso que el gobierno federal no ha aportado recursos económicos para las asociaciones que reciben a los migrantes, mientras cada vez son más los extranjeros y connacionales que llegan a Mexicali ya no de manera individual sino con toda la familia, en busca de oportunidades de superación.
“Ahora llegan en caravana también los de aquí de Michoacán, de Oaxaca, de Chiapas; llegan con todo y familias, más los que vienen de la caravana de Honduras; es una situación insostenible y más cuando traen niños porque ellos no tienen la culpa, ellos no saben de que el gobierno ya no quiere apoyar a los albergues, ellos comen tres veces al día”, comentó.
La directora de Cobina precisó que de enero a marzo al menos 700 migrantes connacionales y extranjeros han sido atendidos en el albergue; señaló que es requisito que los adultos que ahí se refugian busquen un empleo, sin embargo, mientras lo consiguen o reciben su primer pago, la alimentación de los niños depende al cien por ciento del albergue.
Además, las familias de migrantes que ahí se hospedan suelen tardar en marcharse entre dos a cuatro meses, y a veces hasta seis, por lo que resulta complejo atender por tanto tiempo a gran número de migrantes.
Tamayo consideró que hoy más que nunca se vive una crisis migratoria ya que se recibe abiertamente a los migrantes en la frontera sur, sin que haya un acompañamiento del gobierno federal para solventar los gastos de los albergues.
“Nosotros pagamos agua, luz, comida, más gastos que surgen y es muy necesario tener un apoyo para realizar esta labor; realmente es un trabajo que no se hace por sacar ganancia, es un trabajo duro, que se hace por el prójimo; basta de estigmatizar a las asociaciones civiles y a los albergues”, enfatizó.
Finalmente, solicitó a las personas interesadas en apoyar con donativos de alimentos y libros de texto para los niños, acudir al albergue ubicado en avenida Jalisco número 46, en la colonia Pueblo Nuevo (detrás de un conocido salón de eventos sobre la calzada Río Nuevo).
Actualmente hay 47 menores de edad en el viejo edificio ubicado en la colonia Pueblo Nuevo, administrado por Altagracia Tamayo, quien intenta mantenerlos ocupados con actividades escolares, en las que fungen como maestras las adolescentes migrantes provenientes de la más reciente caravana de centroamericanos.
“Tratamos de que empleen su tiempo en algo productivo, que aprendan, les enseñamos los números, a leer...pero se necesita mucho apoyo, porque son niños y también necesitan estar alimentados y no nos alcanza ya para mantenerlos”, expresó la activista.
Solicitó a la ciudadanía solidarizarse con los menores y realizar donativos de leche, huevos, bolonia, atún, pan, frijol, así como libros de texto de primaria o lectura apropiada para los niños.
Expuso que el gobierno federal no ha aportado recursos económicos para las asociaciones que reciben a los migrantes, mientras cada vez son más los extranjeros y connacionales que llegan a Mexicali ya no de manera individual sino con toda la familia, en busca de oportunidades de superación.
“Ahora llegan en caravana también los de aquí de Michoacán, de Oaxaca, de Chiapas; llegan con todo y familias, más los que vienen de la caravana de Honduras; es una situación insostenible y más cuando traen niños porque ellos no tienen la culpa, ellos no saben de que el gobierno ya no quiere apoyar a los albergues, ellos comen tres veces al día”, comentó.
La directora de Cobina precisó que de enero a marzo al menos 700 migrantes connacionales y extranjeros han sido atendidos en el albergue; señaló que es requisito que los adultos que ahí se refugian busquen un empleo, sin embargo, mientras lo consiguen o reciben su primer pago, la alimentación de los niños depende al cien por ciento del albergue.
Además, las familias de migrantes que ahí se hospedan suelen tardar en marcharse entre dos a cuatro meses, y a veces hasta seis, por lo que resulta complejo atender por tanto tiempo a gran número de migrantes.
Tamayo consideró que hoy más que nunca se vive una crisis migratoria ya que se recibe abiertamente a los migrantes en la frontera sur, sin que haya un acompañamiento del gobierno federal para solventar los gastos de los albergues.
“Nosotros pagamos agua, luz, comida, más gastos que surgen y es muy necesario tener un apoyo para realizar esta labor; realmente es un trabajo que no se hace por sacar ganancia, es un trabajo duro, que se hace por el prójimo; basta de estigmatizar a las asociaciones civiles y a los albergues”, enfatizó.
Finalmente, solicitó a las personas interesadas en apoyar con donativos de alimentos y libros de texto para los niños, acudir al albergue ubicado en avenida Jalisco número 46, en la colonia Pueblo Nuevo (detrás de un conocido salón de eventos sobre la calzada Río Nuevo).