TendenciaAbuelito pide ayuda para buscar trabajo como chófer con pancarta
La fotografía se hizo viral y se descubrió que es un tanto vieja pues sucedió en Noviembre de 2020
Tijuana.- La situación económica se vio afectada por la pandemia del Covid-19 en todo México y otras partes del mundo y con ello muchas familias no podían generar el mismo dinero para sustentar a su familia.
La necesidad de encontrar un trabajo lleva a las personas a buscar medidas desesperadas y poco comunes tal como lo ha hecho este abuelito de 74 años que salió a las calles de la Ciudad de México con una pancarta grande pidiendo empleo como chófer y que contaba con todas las aptitudes necesarias.
La foto se hizo viral rápidamente pero se descubrió que era ya algo vieja pues data desde noviembre de 2020 pero eso no evito a que los usuarios enviaran su ayuda y se diera a conocer más sobre la historia de este honorable señor.
La Historia
Gracias a Paola Sosa González (@PaoNutriologa) y miles de personas que se sumaron a esta causa y lograron darle muchos regalos y ayuda para que pueda sustentar a su familia.
Según lo que comentó Paola, el nombre de este señor es Florencio, originario de Ecatepec y lamentablemente s a sus 74 años quiere sacar adelante a sus nietos, a quienes cuida junto a su esposa desde hace mucho tiempo porque su madre los abandonó. Sin embargo, y a pesar de su edad, él tenía toda la intención de mantenerlos, aunque la situación es complicada porque no hay trabajo para él.
“Una nenita de 13 años toma la foto y entonces me la manda (…) Y yo de inmediato me contacto con el señor y me platica que tiene tres nietos a los que él mantiene porque desafortunadamente los abandonó sus papás. Ellos (don Florencio y su esposa) ya llevan cuatro años con los niños, pero la mamá se volvió a juntar con un tipo muy violento y de un jalón le desprendió una oreja a una de las niñas. Es un caso muy triste, pero ellos con todo el gusto del mundo los recibieron y todo este tiempo los pudieron mantener”.
Internautas brindan de su ayuda
Le pusieron un puesto de dulces del cual él se lleva todas las ganancias que obtiene. También lo apoyaron comprando literas y colchones, porque tanto él como su esposa y nietos dormían en dos camas, zapatos y cosas que pudieran usar en su día a día.
